9.- Lo que nadie me dijo

Al salir del hospital, todos me decían: “es lo mismo que un parto, te vas a sentir igual y necesitas tener los mismos cuidados”

Que cuidados?, Que es lo mismo?

Yo nunca he tenido un bebé! Que “es normal” y que no?

Nadie, absolutamente nadie me dijo que mi mismo cuerpo se encargaría de sabotear mi “plan de recuperación”.

Al día siguiente de perderla, se sentía un gran vacío! Físicamente había un vacío...  Despertar y no sentir los movimientos de mi bebé me mataba... cómo podría despertar cada día sin sentirla???

Me despedí de Romina un miércoles, salí del hospital el jueves, y para el día lunes, mis pechos estaban como un costal de piedras... estaban duros, llenos de pequeñas bolitas, me dolían con solo pensar en ellos!!!

Nuevamente escuche el “es Normal”, “ponte compresas calientes”, “exprimetelas”, no sabía que hacer!!!

Al día siguiente, las primeras gotas de leche me recordaron que no tenía a quien alimentar... que de nuevo estaba vacía, que todo el trabajo mental que había hecho, se me venía abajo.

Juro que le pedí a Dios que no pasara... que no saliera más, que no “tuviera que” sacar la leche... eso sería más doloroso! Por qué a cada gota derramada recordaba que era el alimento de mi hija! Uno que jamás probó!

Tontamente pensé, estando en el hospital, que llegando a casa todo estaría bien... yo soy fuerte, yo podría afrontar esto... yo sé que esto qué pasó es real y no hay marcha atrás... pero jamás imaginé que por más que me prepare mentalmente, no puedo controlar mi propio cuerpo... que hasta el la extrañaba, que no me dejaría simplemente “dar vuelta a la página”.

Hace 9 días que se fue... y aún la extraño tanto!!! Aún  se siente ese vacío, físico y emocional...
Aún duele... física y emocionalmente el dolor es profundo...